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Por años creci formando parte de una sociedad obligada a repetir consignas politicas alejadas de mis ideales, debia asistir a las innumerables marchas por la revolucion que proclamaba mi gobierno o las consecuencias a la inasistencia podria ser desde el retiro de los famosos 5 puntos del criterio del profesor a la hora de evaluarte hasta una ausencia en la escuela que nada tenia que ver con la marcha "voluntaria". Con todo lo vivido en mi infancia y el trauma de tantas marchas revolucionarias y trabajos ambos "voluntarios", para sorpresa de los seguidores como yo, despues de seguir por la television local desde mi casa con mi pequeña hija el juego de los Miami Heat, alcanzaran la victoria que ya se baticinaba. El asombro vino despues del cuarto y final juego cuando la ventaja les regalo el segundo anillo y fueron los campeones. Ahi siguieron las noticias de como el pueblo que los seguia desde hacia ya casi tres semanas comenzaba a salir voluntariamente a las calles a apoyar a este equipo que puso a Miami en primer lugar despues de 6 años en un juego de basketball. Me lleve a mi niña quien siguio conmigo cada uno de los juegos, a celebrar porque sus ojitos me lo pedian. Tenia mucho miedo de salir a la calle esa noche pues era tarde y ya saben, el temor que nos inculcaron de las cosas que pasan en el imperio. Cuando arranque mi carro y sali, me acorde muchisimo de mi pais y cuanta mentira me inculcaron a mi y a todas las generaciones que han surgido en ese regimen. Esa si era una marcha voluntaria. Era todo un pueblo, toda una ciudad unida porque lo sentia. Y vale decir que triplicaba cualquier marcha de las que todavia no logro sobreponerme por Elian, por los 5 heroes o por lo que se le ocurriera al comandante. Miami se caracteriza por la agresividad del trafico y por andar en contra de las manecillas del reloj que parecen acelerarse aqui mas que en cualquier otro lugar. Pero ese 21 de junio, despues de aquel partido, todos se unieron en una enorme caravana con casuelas, saltenes, cualquier utensilio de cocina que exasperara el ambiente, que sonara lo mas ruidoso posible. Era una conglomeracion de personas unidas en un mismo grito de victoria, todos te extendian la mano en un "GO HEAT". Todos sufrieron juntos la caida de Lebron, desde mi hija hasta cualquier persona que no fuera fanatica. Sentian orgullo por la ciudad donde viven. Creo que era eso lo que nos faltaba a nosotros en las marchas, ademas, claro esta, de la ausencia del entusiasmo, el fervor y las ideas. Todo eso el gobierno lo pensaba por nosotros y nos lo imponia, solo nos quedaba repetir. El lunes 25, otra caravana salio a las calles con la misma voluntad y entusiasmo a ver las estrellas de basketball que se exibian orgullosos y agradecidos de su ciudad y sus ciudadanos que tanto los apoyaron. Mas de 40,000 personas desfilaron, y otras 15,000 los esperaron dentro del American Airlines Arenas para celebrar juntos la victoria. Es decir, 55,000 personas salieron de sus trabajos y se dirigieron voluntariamente a las calles por amor. Se les notaba la sinceridad. El contraste sigue en mi cabeza. Todo esto nos falto en nuestro pais, en nuestras marchas, nos faltaron ideales. No los impuestos, los nuestros. Me alegro que mi niña viva hoy donde pueda decidir en que creer, y luchar por ello. Y espero mi trauma y mi dolor por mi generacion vaya pasando.
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